Por LAURA VICTORIA BOTERO | Publicado
el 13 de marzo de 2013
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg,
dice que insistirá en prohibir la venta de refrescos y bebidas azucaradas de
más de 16 onzas en restaurantes y negocios de comidas rápidas, medida que debía
comenzar ayer y fue bloqueada por un juez. Bloomberg la defiende en nombre del
control a la obesidad.
El sobrepeso es un problema de salud pública en Estados Unidos. Por eso, el
político llama la atención sobre el exceso de azúcar que se obtiene en cada
bebida gaseosa y los limitados controles que hay al comercio de estos
productos. La imagen de un niño comiendo papas fritas y bebiendo de un vaso
gigantesco va en contra del propósito público de controlar el peso.
Los establecimientos de comidas rápidas en Colombia no tienen estos controles,
pero en pocos de ellos se consiguen bebidas de más de 16 onzas. Sin embargo,
algunos especialistas advierten sobre el daño que los refrescos azucarados o
gaseosas traen en los niños y la tendencia en los adolescentes en buscar estas
bebidas.
En McDonalds venden gaseosa de dos tamaños, de 12 y de 16 onzas. En Dominos
Pizza la opción personal de refresco es de 600 mililitros, es decir, más de
medio litro. En los cinemas de Cinemark los tamaños de refresco van desde 12
onzas hasta 32 onzas.
La nutricionista Claudia Angarita,
del Centro Colombiano de Nutrición Integral, advierte que tomar gaseosa va en
contra del mandato de consumir, por lo menos, tres frutas al día. "Entre
los 12 y 17 años se deben consumir más alimentos ricos en nutrientes, no solo
en azúcar y carbohidratos".
Para tener una noción de cuánta azúcar
hay en un refresco, el portal de nutrición Vitonica explica que en cada unidad
de 330 mililitros (unas 10 onzas) hay el equivalente a 10 terrones de azúcar,
es decir, 150 calorías. En una botella de 20 onzas de gaseosa hay 65 gramos de
azúcar, un total de 240 calorías.
-Publicado por el periódico El Colombiano-
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