Los resultados preliminares de un estudio sobre el consumo de frutas y
verduras en estudiantes de primaria de las instituciones educativas públicas en
Cali, y la situación nutricional de esta población, preocupan a las autoridades de
salud.
“A pesar de las estrategias de consumo de frutas y verduras, los niños
no acceden a ellas o las familias no tienen la conciencia de darles”, dijo la
nutricionista Saida Pico, al presentar los resultados del estudio de la
secretaría de Salud de Cali y la Universidad del Valle a través del Centro
para el Desarrollo y Evaluación de Políticas y Tecnología en Salud Pública
(Cedetes).
La investigación se desarrolló en el último semestre, en instituciones
educativas del área urbana y rural. Para medir el consumo de frutas y verduras
en el desayuno, almuerzo y comida. Se realizaron encuestas a niños de primero a
tercero de primaria; de 4 y 5 grado, y restaurantes escolares.
En la población escolar, hasta tercer grado, se obtuvieron 373
observaciones (Respuestas de sus padres). De ellos, un 79 por ciento desayuna
en su casa y un 17 por ciento en el restaurante escolar; un 53,7 por ciento
toma refrigerio en el restaurante escolar y el 38,5 por ciento en casa, y en
cuanto al almuerzo, el 94,48 por ciento lo hace en casa. Muy similar a la cena.
Se encontró, por ejemplo, que en el almuerzo un 95 por ciento de los
niños no consume frutas enteras. La mayoría hacen referencia al jugo, pero se
habla de agua panela con limón. En el refrigerio, un 90,56 por ciento no
consume verduras; el 33 por ciento toma jugo y el 27,5 por ciento come frutas.
En la comida un 39 por ciento consume alguna raíz o tubérculo; el 37 por ciento
verduras; el 19,16 por ciento frutas, y más del 50 por ciento jugo.
Entre los niños de cuarto y quinto se determinó que el banano es lo que
más comen (36,4%); le sigue la manzana (35%) y la naranja (25,6%). Entre las
verduras las más populares son el tomate (46,7%), zanahoria (42,16%) y cebolla
(35,13%). “Pero en verduras la prevalencia es baja. Los niños no las están
consumiendo”, dijo la experta.
De otra parte, se encontró que el 84,21 por ciento de los colegios
cuentan con restaurante escolar; con algún programa alimentario y minuta
patrón. El 94 por ciento dice que ofrece frutas enteras diariamente y el 37,84,
jugos. En las tiendas escolares que el 57,5 por ciento vende jugos naturales y
el 31,58 por ciento, productos con verduras.
“Queremos avanzar en los resultados. Estos señalan que hay que
implementar estrategias que aumenten el acceso y disponibilidad de frutas y
verduras”, dijo Pico.
Para Gustavo Bergonzoli, director del estudio, “se observa que todavía
estamos muy por debajo del consumo de frutas y verduras en los niños. El valle
es el primer productor de frutas del país, pero está entre los últimos en
consumo”.
Gema Yusti, coordinadora de la institución Evaristo García, dijo que las minutas requieren revisión y es necesario preguntarles a los niños si están satisfechos.
Gema Yusti, coordinadora de la institución Evaristo García, dijo que las minutas requieren revisión y es necesario preguntarles a los niños si están satisfechos.
Luz María Gómez, coordinadora de seguridad alimentaria de la secretaría
de Salud, dijo que en la política de promover estilos de vida saludables y
escuelas saludables, es necesario mirar si los niños consumen frutas y
verduras. “Así podremos hacerles seguimiento y fortalecerlas para que aumente
el consumo”, dijo Gómez.
En la curva
hacia la obesidad
El peso y la talla de los escolares caleños muestran una curva hacia la
obesidad. Así lo muestra la evaluación preliminar sobre la situación
nutricional, que se lleva a través del Sistema de Vigilancia Alimentaria y
Nutricional (SISVAN). La evaluación se hizo con 8.274 escolares.
“Vamos de la desnutrición a la obesidad y preocupa, pues esto tiene que
ver con enfermedades crónicas no transmisibles”, dijo Saida Pico. Además, la
curva muestra que la población está más pequeña y gordita. En febrero se
esperan los resultados definitivos.
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