La Universidad de Antioquia reveló que la mitad de
la población es obesa y la otra padece hambre.
Según
un perfil, elaborado por la Universidad de Antioquia, la mitad de los
medellinenses sufre de obesidad o sobrepeso.
Lo
paradójico es que el mismo estudio revela que el 55,6 por ciento de la
población vive en condiciones de inseguridad alimentaria. Es decir, es
gente que se acuesta sin saber si al día siguiente podrá comer.
El
estudio, en el que participaron 2.769 hogares, fue encargado por la Alcaldía de
Medellín en el año 2010 y 2011 al grupo de investigación 'Determinantes
sociales y económicos del estado nutricional', de la Escuela de Nutrición y
Dietética de la Universidad de Antioquia.
Por
el lado de la obesidad y el sobrepeso, Luz Stella Álvarez, coordinadora del
grupo investigador, considera que se deben tomar correctivos para atacar este
mal que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el quinto
factor de riesgo de defunción en el mundo.
Ocho
de las 16 comunas que padecen este fenómeno tienen a la mitad de su
población con esa condición.
Las
poblaciones más perjudicadas son mujeres mayores de 45 años y personas de menor
nivel educativo. Por comunas la situación es más crítica en las de estratos
1 y 2. Las mismas que presentan los índices más elevados de inseguridad
alimentaria. ¿Por qué se da este fenómeno?
Álvarez
explica que el ser obeso no significa que se alimente bien. Además, la
inseguridad alimentaria no siempre se refiere al hambre. Es un término que mide
la incertidumbre de muchas familias que no tienen la certeza de poder comprar
alimentos. En la ciudad es el 55,6 por ciento; y, pasando hambre, hay un 9 por
ciento.
En
los corregimientos, donde hay más suelo para cultivar, y las condiciones
deberían ser mejores, estas no lo son. Allí el promedio de personas en niveles
de inseguridad alimentaria es del 72,8 por ciento, siendo Palmitas el que
revela una cifra más alarmante con el 80,4 por ciento de la población.
¿Qué
se está haciendo? Es innegable que durante los últimos años la ciudad le ha
puesto la ficha a combatir el problema de forma interdisciplinaria. La
actual Administración destinó para la Unidad de Seguridad Alimentaria, adscrita
a la Secretaría de Bienestar Social, 340 mil millones de pesos para el
cuatrienio.
Nunca
será suficiente dinero, pero es un avance. Desde el programa Buen Comienzo
atienden en la actualidad a cerca de 98 mil personas. Desde población gestante
y lactante hasta niños de 5 años.
Con
el programa de restaurantes escolares y vaso de leche se benefician 293 mil
menores de 483 instituciones educativas urbanas y rurales. Una cobertura
del 90 por ciento.
Según
Pedro Fernando Hoyos, director de la Unidad, desde agosto entregarán
paquetes de alimentos con 20 productos de la canasta familiar a 7.000 adultos
mayores, y durante el cuatrienio construirán un comedor comunitario en cada
comuna y corregimiento para darle almuerzo a la población más vulnerable.
Esperan
tener listos los primeros cuatro para finales del año. El otro proyecto
es el de huertas de autoconsumo con el que se verán beneficiadas, en un
comienzo, 300 familias del programa Medellín Solidaria.
Finalmente
está el Sistema de gestión alimentaria que revolucionará la forma como las
personas de escasos recursos económicos adquieren los alimentos. La
idea, que aún está en construcción, es generar un sistema para que puedan
comprar productos de la canasta familiar sin intermediarios, y así abaratar los
costos.
Publicación: eltiempo.com
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