Debemos reconocer que
hay que cambiar, que existen hábitos tóxicos a erradicar como el consumo de
tabaco, alcohol o la vida sedentaria. Al comer hay que evitan conservantes,
productos procesados, azúcares y sal. El mejor sistema anti-envejecimiento es
seguir activos hasta los últimos días. Debe ser una actividad física moderada y
acorde al estilo de vida personal. ECO ® Actividad social ¿Qué es esto?
58%3 Me gustaNo me gusta +1 emailCompartir EP. 02.03.2014 - 09:02h Se estima
que hacia finales de este siglo la esperanza de vida alcanzará los 120 años, la
generación actual puede pasar de los 90 y sin embargo la incógnita parece ser
cómo compaginar el sedentarismo de la sociedad actual, las prisas y el estrés
laboral con la calidad del tiempo que nos toca vivir. Hace falta aprender a
envejecer de forma saludable. Jose María Neyra, especialista en Medicina de la
Educación Física, al frente durante años de los equipos de fútbol y baloncesto
del Real Madrid y médico de empresa del Partido Popular, nos da doce consejos
para envejecer con salud. Levantarse del sillón. "En la sociedad del
sedentarismo y de las enfermedades del alma como la depresión o la ansiedad, el
mejor motor para conseguir algo es la motivación", afirma Neyra. Para
cambiar es necesario ser conscientes del sedentarismo existente en el día a día
y combatirlo como a un enemigo. Identificar las características individuales y
apostar por la seguridad de que es posible el cambio. Reconocer que hay que
cambiar, que existen hábitos tóxicos a erradicar como el consumo de tabaco,
alcohol o la vida sedentaria. Adoptar una alimentación adaptada al ritmo de
vida individual. El consumo de calorías y las características de los alimentos
deben ir acordes al gasto energético que una jornada diaria supone para cada persona.
Las calorías que necesita un oficinista no son las mismas que las que necesita
un deportista profesional o un minero. Cambiar los hábitos para conseguir
'comer de forma limpia'. Este concepto acuñado por Neyra supone seguir una
alimentación saludable en la que se evitan los conservantes, los productos
procesados, los azúcares o frenar el consumo de sal. Es posible saltarse la
dieta en ocasiones pero siempre partiendo de un estado de salud bueno tras
mantener una dieta saludable acorde a cada persona, señala el doctor. Ser
conscientes de la calidad de los alimentos que tomamos. "Lo que se come es
lo que horas más tarde alimentará a las células del organismo", explica
Neyra. La alimentación de cada día debería basarse en lo que ese día concreto
se va a realizar, y combinar así elementos como los hidratos de carbono, las
proteínas o las vitaminas en función de las demandas que tendrá que satisfacer
el organismo. Realizar actividad física. Neyra distingue entre ejercicio,
actividad física y deporte encontrando la virtud en el término medio. El
ejercicio es una práctica física potente que se realiza de forma puntual y la
actividad física es ejercicio moderado realizado de forma pautada y habitual.
El deporte, por su lado, sería ejercer como profesión con alto nivel de
exigencia para el organismo una actividad física. Utilizar la competitividad
con uno mismo como medio de saltar del sillón. En este sentido la competencia
sí es saludable ya que supone una activación personal para conseguir adaptar la
actividad física a los requerimientos personales, ya que como acentúa el
experto, todas estas actuaciones se deben emprender de forma adaptada al físico
de cada persona y a la situación vital por la que atraviesa. Erradicar los
extremismos y la competitividad. Neyra señala que en sus años de trabajo ha
podido ver cómo sufre la salud de los deportistas de élite por lo extenuante de
su profesión. Por ello, apoya una actividad física moderada y acorde al estilo
de vida personal y la edad que reporte beneficios para la salud frente a la
práctica de actividades como el maratón, decatlón o el denominado 'IronMan'. En
las horas de trabajo también hay que cuidar de la salud. Una tercera parte de
nuestro tiempo discurre trabajando. En España la existencia de las mutuas laborales
ha frenado la puesta en marcha de estrategias de salud laboral dentro de la
empresa que pueden suponer un aumento en la productividad de las compañías y
del bienestar del trabajador, apunta Neyra. Identificar los estados
carenciales. En el mundo desarrollado también existen trastornos físicos
derivados de estas carencias en personas mayores y niños. Por ello, es
necesario tomar suplementos de vitaminas y antioxidantes según las necesidades
de cada edad y momento de la vida. Realizar actividad física. Es, según el
especialista, el mejor sistema anti-envejecimiento. Para Neyra, el objetivo es
poder seguir activos hasta los últimos días de la vida.
Fuente: http://www.20minutos.es/
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