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con caracter divulgativo que no puede ni debe sustituir la opinión de un médico
o profesional de la nutrición. Si tienes dudas o problemas de salud
relacionados con este artículo, Beneficios del limón, te sugerimos que
consultes con tu médico o nutricionista.
Desde la antigüedad, se han reconocido
las propiedades curativas de los limones. Nerón, el famoso emperador de Roma,
bebía grandes cantidades de zumo de limón para contrarrestar los atentados
contra su vida por envenenamiento.
Durante el siglo 18, el cirujano del
British Royal, James Lind descubrió que los limones podría evitar el escorbuto,
una enfermedad epidémica debilitante entre los marineros, resultante por las
deficiencias de vitamina C. Desde entonces, se decretó una ley británica en la
que todo buque debía llevar zumo de limón suficiente para todo navegante a
bordo.
Desde la antigüedad, en Indonesia, las
mujeres con migrañas lavaban sus platos o mojaban sus pies en agua con zumo de
limón.
Ácido cítrico
El zumo de limón es entre un 6,7 y un
8,6 por ciento ácido cítrico. El ácido cítrico es un potente quelante o
sustancia que puede unirse a iones metálicos y eliminarlos de la solución. Esto
hace que el ácido cítrico no sea sólo una sustancia química codiciada en los
jabones y en los productos de limpieza, sino que también en otros productos, ya
que puede proporcionar beneficios de gran alcance para nuestra salud mediante
el tratamiento por intoxicación de metales pesados y nos puede ayudar a
combatir las infecciones virales y bacterianas.
Historia
Los limones han sido reconocidos desde
hace tiempo por sus propiedades curativas. Nerón, emperador de Roma y famoso
por beber grandes cantidades de zumo de limón con la finalidad de contrarrestar
los atentados contra su vida por envenenamiento.
Durante el siglo 18, el cirujano James
Lind del British Royal descubrió que los limones podían evitar el escorbuto,
una enfermedad epidémica debilitante entre los marineros. Esta enfermedad era
el resultado de las deficiencias de vitamina C. Fue entonces cuando se decretó
una ley británica que decía que todo buque debía llevar suficiente zumo de
limón para todos sus navegantes.
Desde la antigüedad, en Indonesia, las
mujeres con migrañas lavaban los platos o mojaban sus pies en agua con zumo de
limón.
Vitamina C
El zumo de limón es rico en vitamina C,
una vitamina soluble en agua y un poderoso antioxidante necesario para el
crecimiento y la reparación de los tejidos corporales. La vitamina C es
necesaria para la formación de colágeno, una proteína que se encuentra en la piel,
el tejido cicatricial, los vasos sanguíneos y otros tejidos del cuerpo. Los
antioxidantes como la vitamina C ayudan a retardar el proceso de
envejecimiento, combatir los tumores, curar las heridas y evitar enfermedades
inflamatorias.
Propiedades adicionales
Los bioflavonoides del zumo de limón
fortalecen los vasos sanguíneos y mantienen la salud ocular. El limoneno posee
propiedades anticancerígenas. El potasio, también está presente en el zumo de
limón, es esencial para el desarrollo de la función normal de los riñones. El
potasio es también un electrolito esencial para el desarrollo de la función
nerviosa y muscular.
Usos medicinales
El zumo de limón es un astringente y se
puede utilizar para hacer gárgaras cuando tienes dolores de garganta o como
loción para las quemaduras solares. También es una bebida refrescante para las
fiebres.
Gracias a sus fuertes propiedades
anti-inflamatorias, el zumo de limón es una bebida recomendada para el
reumatismo agudo.
El zumo de limón contrarresta la
intoxicación narcótica y por ese motivo se ha reconocido su gran valor curativo
para las resacas.
Consideraciones
El zumo no es la única parte medicinal
del limón. Por peso unitario, la piel de los cítricos contienen cantidades
considerablemente mayores de medicamentos fitoquímicos que los que encontramos
en el zumo. La piel del limón contiene mayores concentraciones de ácido cítrico
y activos compuestos contra el cáncer que las que hay en el zumo o en la pulpa.
En un estudio realizado en 2001, los investigadores Hakim y Harris descubrieron
que la piel del limón mostraba un gran potencial para reducir
significativamente el riesgo de contraer cáncer de piel no melanoma.
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