Los trastornos alimenticios son mucho más habituales de lo que a veces pensamos. De
hecho, entre el 1% y el 3% de las
mujeres sufren anorexia o bulimia nerviosa. Además, se encuentran entre las enfermedades
psiquiátricas más letales: una de cada
mil mujeres muere a causa de la anorexia.
Por estos motivos, encontrar sus causas es un paso muy importante
para comprender y tratar estas enfermedades y
estas nuevas investigaciones suponen una esperanza.
Han sido los equipos científicos de la Universidad
de Lowa y la Universidad de Texas los que han descubierto dos mutaciones genéticas que
pueden implicar un mayor riesgo de desarrollar trastornos alimenticios como la
anorexia y la bulimia nerviosa. Los resultados han sido extraídos del estudio
de dos familias numerosas afectadas por la enfermedad (una de 20 miembros con
10 afectados y otra de 8 con 6 afectados). En ambas familias se detectaron dos
mutaciones genéticas diferentes, una en cada una de ellas, que confirman que
estos trastornos alimenticios podrían ser
hereditarios.
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