Buscar dietas
balanceadas y acudir a porciones alimenticias que permitan controlar la
ansiedad de comer han hecho que los frutos deshidratados estén en la mira de
muchas personas que se sumergieron en la onda del fitness.
Aunque su función inicial fue la de demorar el periodo de
descomposición de frutas y verduras, en la época neolítica, cuando los humanos
empezaron a desarrollar la agricultura, hoy en día la deshidratación también es
una alternativa para incorporar las frutas –y todos sus nutrientes– a la alimentación,
incluso como merienda durante la jornada diaria.
Según la nutricionista y dietista Patricia Lozano, si bien pasan
por un proceso en que se les extrae el agua, esta clase de frutas no pierden
sus vitaminas y minerales. “Contienen grasa buena como el omega 3 y el 6.
También brindan vitaminas E y C, que son antioxidantes, van a ayudar al cuerpo
a la circulación y actúan contra el envejecimiento. Además, previenen algunas
enfermedades degenerativas, como el cáncer, mejoran la digestión y aportan zinc.
Ese último nutriente permite abrir el apetito y protege la salud del colon”,
dice la experta.
El sabor dulce suele aparecer cuando las frutas se deshidratan
con almíbar, una de las tres técnicas que se utilizan generalmente para
optimizar estos productos. “Esto es un punto para tener en cuenta porque la
gente muchas veces no puede consumirlo dulce. Las pasas, más que todo, tienen
gran parte de azúcares”, afirma Pablo Villegas, chef y propietario de Granel
Gourmet, tienda especializada en este tipo de alimentos. A través de la
liofilización, la fruta llega a temperaturas de 196 °C bajo cero sin perder la
textura ni los sabores que la caracterizan, contrario a lo que podría pasar en
ciertos casos con la deshidratación con calor.
Algunos usos
Esta clase de frutos tienen varios usos culinarios. “Forman
parte de muchos platos típicos de la época navideña, como el pavo relleno y las
tortas. Sin embargo, cada vez se los está incorporando en más recetas que se
consumen en el día a día, pues en la actualidad se sabe de su gran aporte
nutricional y sus efectos beneficiosos en la salud”, apunta Raúl Bermeo,
director general de Nature’s Heart.
Además, al convertirlos en aperitivos y bocados para las
meriendas, suelen controlar la ansiedad, que afecta al apetito.
Sin ‘endulzarse’
con las pasas
“Las porciones deben ser solo lo que ocupe la palma de la mano.
Además, es ideal que los frutos deshidratados estén acompañados por maní,
almendras o pistachos”, dice la nutricionista Patricia Lozano. Además, si desea
consumir ciruelas pasas es mejor hacerlo a primera hora de la mañana o por la
noche. Gracias a la fibra que tiene, esta activará el sistema digestivo. Pero
la experta recomienda no comer más de una.
Controle la
cantidad que consume
Se pueden consumir en porciones pequeñas, sin son dulces y
mezcladas con otros alimentos.
“Es recomendable que sean raciones que no aporten más de 150
calorías. Se pueden utilizar como complementos de las comidas en ensaladas o
guisos o como colaciones o refrigerios saludables”, dice Karen Czacki,
nutricionista de Nature’s Heart.
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