By David Douglas
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio de Italia sugiere que, junto con el tratamiento médico, una dieta que disminuya la hipersensibilidad a los alimentos favorecería la curación de las fisuras anales.
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio de Italia sugiere que, junto con el tratamiento médico, una dieta que disminuya la hipersensibilidad a los alimentos favorecería la curación de las fisuras anales.
Un
quinto de los pacientes en los que este enfoque combinado logró curar las
fisuras sufrió de una recurrencia de las lesiones en un desafío a doble ciego
versus placebo con trigo y/o proteína de leche de vaca, pero no reaccionaron al
uso de placebo, dijo por correo electrónico el doctor Antonio Carroccio.
El
equipo de Carroccio, de la Universidad de Palermo, publica en The American
Journal of Gastroenterology que el 15 por ciento de los pacientes de los
servicios de proctología tiene fisuras anales. Aún se desconoce la prevalencia de las fisuras
crónicas en la población general, pero el autor asegura que las enfermedades del
recto y el ano son comunes "y la prevalencia en la población general quizá
es mucho más alta que la que se ve en las consultas porque la mayoría de los
pacientes con síntomas no consultan al médico".
Al
azar, 161 pacientes realizaron una de dos dietas durante ocho semanas. La
primera era una "dieta verdaderamente oligoantigénica" (excluía la
leche de vaca y sus derivados, el trigo, el huevo, el tomate y el chocolate).
La
"dieta placebo" eliminaba el arroz, la papa, el cordero, los porotos
y las arvejas. Todos los pacientes realizaron baños de asiento y consumieron
suplementos de productos integrales durante las ocho semanas del estudio.
También utilizaron nifedipina al 0,3 por ciento de uso tópico y una crema con
lidocaína al 1,5 por ciento tres veces por día.
Al
final del estudio, las fisuras anales habían desaparecido en el 69 por ciento
del grupo tratado con la "dieta oligoantigénica" y el 45 por ciento
de los pacientes tratados con la dieta placebo.
Este
segundo grupo registró además más evacuaciones por semana en la segunda mitad
del estudio. En esa segunda etapa, el equipo desafió a 60 pacientes curados con
la dieta oligoantigénica con proteína de leche vacuna o trigo, o un placebo,
pero siguieron evitando el consumo habitual de trigo, leche vacuna, huevo,
tomate y chocolate.
Ninguno
reaccionó al placebo, pero 13 tuvieron una recaída con el desafío con proteína
de leche vacuna y siete volvieron a tener fisuras con el desafío con el trigo.
En
esos pacientes se observó un tono del esfínter anal significativamente más
elevado que al inicio del estudio.
Además,
tenían una concentración de eosinófilos significativamente mayor en la lámina
propia y más linfocitos intraepiteliales que los participantes que no
respondieron al desafío.
El
40% de los pacientes seguía curado al
final del estudio y se le realizó una esfinterotomía lateral. Carroccio dijo
que "las fisuras anales podrían estar etiológicamente asociadas con la
hipersensibilidad a los alimentos", pero, para afirmarlo, consideró que se
necesitan más estudios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario