Prevenir o eliminar la acumulación de grasa
abdominal es
conveniente no sólo estéticamente sino para proteger la salud.
La grasa se deposita en el vientre de dos maneras. Por un lado,
aquella que se encuentra en el tejido debajo de la piel (subcutánea) y que sólo modifica la
forma del cuerpo. Por otro lado, la grasa que se encuentra en el interior
del abdomen, distribuida alrededor de los órganos. Ésta última
puede ser muy dañina para el organismo, provocando problemas
cardíacos, resistencia a la insulina o colesterol.
Es por esto que quemar correctamente las grasas del vientre es
fundamental para mantener una vida saludable. En algunos casos, la dieta y el
entrenamiento no alcanzan a eliminar la grasa abdominal. Los culpables podrían
ser las hormonas, la genética, la edad o algunos errores fáciles de corregir.
Estas son 11 posibles razones por las
que no se están quemando las grasas de su vientre:
1. Envejecimiento
Con el correr de los años, el cuerpo cambia la forma de ganar
y perder peso. Tanto los hombres como las mujeres experimentan
una disminución en el número de calorías que el cuerpo necesita para funcionar
normalmente. Además de eso, las mujeres tienen que lidiar con la menopausia.
Este cambio en las hormonas hace que las mujeres acumulen el aumento de peso en
sus vientres. La buena noticia: se puede luchar contra este proceso.
2. Entrenamiento equivocado
Si bien los ejercicios cardiovasculares son necesarios y muy
buenos para el corazón, por si solos no van a tallar demasiado el vientre. Es
importante combinar ejercicios de
manera que sean productivos para los objetivos que se plantean. Lo recomendable
es alternar rutinas de intensidad y de peso con ejercicios
cardiovascularesy de menor intensidad.
3. Exceso de alimentos procesados
La grasa que
acumulamos en el cuerpo está relacionada con la inflamación.
Los alimentos procesados son los encargados de producirla. Disminuir el consumo
de pan, galletas, papas fritas, postres y bebidas azucaradas ayudará a evitar
la inflamación. Por el contrario, los alimentos naturales como frutas, verduras
y granos enteros poseen propiedades antiinflamatorias ayudando a prevenir
la grasa abdominal.
4. Consumo de grasas malas
Los diferentes tipos de grasa no repercuten en el cuerpo de la
misma manera. Por lo general las grasas saturadas tienden a aumentar la grasa
visceral. Pero existen otras grasas que tienen efectos
antiinflamatoriosy son menos dañinas. Las monoinsaturadas,
presentes en el aceite de oliva y el aguacate, y las poliinsaturadas, que se
encuentran en las nueces, las semillas de girasol y pescados como el salmón.
5. Entrenamientos de intensidad insuficiente
El objetivo final del entrenamiento es quemar calorías y el
entrenamiento intenso es el que mejor se encarga de eso. Para quemar la grasa
abdominal es necesario realizar ejercicios que representen un verdadero desafío
para el cuerpo, y así poder quemar más grasa en
menos tiempo.
6. Ejercicios equivocados
Realizar solamente abdominales no es la solución. Lo aconsejable
es realizar ejercicios funcionales que utilicen los músculos abdominales,
la espalda, la pelvis, los oblicuos y otras partes del cuerpo. Estos ejercicios
ponen en funcionamiento más músculos por lo que queman más calorías mientras se
están realizando.
7. Estrés
Cualquiera que sea el motivo, el estrés puede ser un factor muy importante
para impedir que se baje de peso. Además de la gran cantidad de calorías
consumidas debido al estrés, su hormona cortisol puede aumentar la cantidad de
grasa que se aferra al cuerpo, agrandando las células grasas.
8. No dormir suficiente
Así como el estrés puede provocar mayor acumulación de grasa en
el vientre, las horas de sueño también
puede afectar en gran medida. Se recomienda dormir entre 7
y 8 horas por
noche, ya que dormir menos aumenta las posibilidades de ganar más peso.
9. Predisposición genético
La distribución de la grasa depende también del cuerpo de cada
uno. En aquellos organismos donde la acumulación de la grasa se haga en mayor
medida alrededor de la cintura y la cadera, su eliminación se verá un poco más
complicada, aunque no es imposible.
10. Enfermedad
La dificultad para perder peso puede estar relacionada con
alguna patología
o mal funcionamiento. Los casos más comunes son los niveles de
testosterona altos (por ejemplo en el síndrome del ovario poliquístico),
obesidad, prediabetes o diabetes.
11. Desmotivación
La reducción de la grasa del vientre requiere de una dieta
específica y baja en calorías y además de un entrenamiento
intensivo, tanto cardiovascular como de peso. Trabajando de
manera comprometida es posible vencer la genética y lograr el objetivo.
Identificar estos posibles errores permite evitar cometerlos y
poner el foco en el objetivo. Muchas veces se trabaja únicamente sobre los
abdominales centrales, olvidando los oblicuos o los bajos. Es por esto que,
además de la dieta específica y
el entrenamiento
adecuado, es importante no olvidar trabajar todo el cuerpo y
descansar lo suficiente para que el cuerpo pueda responder correctamente.
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