Aunque cualquier actividad física es mejor que nada, algunos programas de entrenamiento son mejores que otros si nos referimos a efectividad.
Mientras piensas que estás haciendo un buen entrenamiento leyendo una revista y pedaleando al mismo
tiempo, la verdad es que si sales con el maquillaje intacto después de
entrenar, es más que probable que no estés entrenando lo suficiente.
Pero una cara fresca después de
entrenar no es la única señal que te dice cómo ha sido tu entrenamiento. Si ves
que tu entrenamiento no funciona tal vez sea por estos motivos:
1. No monitorizas tu frecuencia
cardiaca
Ya sea en una máquina de cardio o haciendo un HIIT, tu pulso debe oscilar entre el 75% de tu frecuencia
máxima, y el 100%. La mejor manera de saber estos valores es, lógicamente, con
un pulsómetro (no te asustes que los hay muy muy baratos), que te dirá en
tiempo real en qué punto se encuentra tu pulso.
Hay gente que cree que el sudor es el
único indicador de que se ha trabajado duro, mientras que debes saber que
depende de la persona. Hay quienes son más propensos a sudar y quienes lo hacen
rara vez.
2. Puedes mantener una conversación
Una cháchara entretenida con un compañero es buena opción
para pasar el rato, pero no si lo que quieres es perder peso. Para ponerlo más fácil, si puedes
mantener una conversación durante tu entrenamiento quiere decir que no estás
entrenando lo suficiente. Frases cortas, quizás, pero si puedes cantar la
canción que está sonando en ese momento entonces es hora de apretar un poco
más.
3.
No estás cargado al día siguiente
Un buen método para saber si has trabajado lo
suficientemente duro es esperar 24 horas y ver cómo te sientes. Cuando entrenas
se producen pequeñas micro roturas en tus fibras musculares. Después tus
músculos de auto reparan y se hacen más fuertes. En resumen, el día de después de tu
entrenamiento deberías sentir que has entrenado (y no quiero decir que tengas
que tener agujetas como hucha gente piensa).
4. Entrenas siempre a la misma
intensidad
Después de seguir día tras día el mismo plan de
entrenamiento, tu cuerpo se ha acostumbrado a él y ya no evoluciona. Ya no te sientes tan
cansado al día siguiente e incluso te aburres de siempre lo mismo y por eso
bajas la intensidad. Si quieres ganar músculo prueba a añadir más repeticiones, series, o cambiar los ejercicios. Si haces cardio intenta hacer
intervalos diferentes, prueba a correr más rápido en algunos tramos o pasarte a
lasseries algunos días de la semana.
Como tu cuerpo se adapta siempre a los nuevos estímulos, no debes dejar que se
acostumbre a lo que estás haciendo.
5. No haces cross-training
No sólo debes cambiar la intensidad
de tu entrenamiento sino también el tipo de entrenamiento. Sé creativo. Si
haces siempre las mismas series de sentadilla y el mismo curl todos los días probablemente estés
creando desequilibrios en tu cuerpo (por no decir lo peñazo que se hace).
Si eres corredor añade unos días de
pesas, y si eres de pesas añade un poco de yoga o pilates para ayudar a tu cuerpo a conocer nuevos límites de fuerza y flexibilidad. No tienes que
hace todo de golpe, pero prueba a forzar a tu cuerpo a que haga a lo que no está acostumbrado.
6. No ves cambios físicos
Esto está claro, si nos ves
resultado, entonces es porque algo no va bien. Después de todo, ¿cuánto tiempo
has tardado en conseguir el cuerpo que tienes ahora? Pero si has estado controlando
lo que comes y siendo constante en tu entrenamiento durante algunos meses y no
has visto ni un sólo cambio físico, entonces deberías reorientar tu
entrenamiento.
Muy amigos esto ha sido todo por hoy. Sé que me he
retrasado un día pero últimamente no tengo tiempo de mucho. Espero que este
post os sirva de ayuda. Ya sabéis que estoy encantado de atenderos en Facebook y en Twitter.
No hay comentarios:
Publicar un comentario