lunes, 19 de enero de 2015

Retomar el entrenamiento tras el parto




La vuelta al entrenamiento ha de ser gradual, pues es el cuerpo necesita tiempo para recuperarse de todo el costo y esfuerzo que implica la gestación y el parto, por ello, no podemos pretender entrenar como lo hacíamos antes del embarazo. Debemos empezar con ejercicios suaves, de baja intensidad y bajo impacto, como practicar yoga, caminar o nadar suavemente, de manera de no forzar las articulaciones, no exigir demasiado al organismo, no incidir sobre el abdomen en caso de haber tenido cesárea y además, evitar los movimientos bruscos. Realiza series cortas de ejercicios con descanso en medio de cada una de ellas, para que el cuerpo se recupere y tolere eficientemente el movimiento. Puedes comenzar con series de 8 a 10 repeticiones, aunque todo depende de tu entrenamiento previo al embarazo. Fracciona tu entrenamiento en sesiones cortas y evita sesiones largas de ejercicio, ya que de esta forma tu cuerpo se adaptará más rápido, no se sentirá sobreexigido y de paso, podrás acomodarte a la rutina del bebé. Utiliza un sujetador adecuado, para cuidar el pecho y sus tejidos tras el parto. Asimismo, emplea vestimenta cómoda, transpirable y calzado adecuado a tus pies tras el embarazo y el parto, ya que muchas veces la talla de zapatillas se incrementa. Controla la frecuencia cardíaca y ante el primer signo de irregularidad en la misma o de cansancio excesivo, frénate a descansar, ya que no es bueno Sobreexigir con el entrenamiento a un cuerpo que aun se encuentra esforzándose por la recuperación. Presta especial atención a tus músculos perineales y abdominales, que pueden quedar debilitados tras el parto y recuperar tonicidad gracias a ejercicios específicos como los de Kegel, tras el parto. Hidrátate bien antes, durante y después del ejercicio, ya que en esta época de lactancia los requerimientos de agua son superiores y para que no se resienta el organismo y se tolere mejor el esfuerzo, una correcta hidratación resulta fundamental. Cuida tu alimentación, teniendo la precaución de que no falten nutrientes importantes ni tampoco energía para enfrentar además del período de lactancia, la actividad física que realizas. Encuentra el momento para moverte y comenzar a recuperar tu entrenamiento, puedes pensar en sesiones cortas mientras el bebé descansa, sola; o bien, puedes ejercitarte junto al bebé o en el gimnasio. Si tienes los verdaderos deseos, podrás cumplir con este consejo y practicar ejercicio tras el parto. Ya sabes, retomar el entrenamiento tras el parto no es algo fácil de lograr, pero con este decálogo y el asesoramiento de tu médico tratante, puedes lograr una exitosa readaptación al esfuerzo y rápidamente recuperar tu vida activa y sus beneficios.


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