Si has
arrancado el año con muchos motivos para cuidar tu salud, desde Directo al
Paladar os ayudamos a todos aquellos que buscan comer mejor brindando cada
principio de mes, un menú ligero con
recetas incluidas para
todas las comidas del día.
El menú ligero del mes
Si bien
en el siguiente menú establecemos preparaciones concretas y sugerimos
cantidades a consumir, todo es adaptable a las necesidades y
características de cada persona, pues la finalidad última de
este menú es servir como guía para comer más sano.
Ahora
sí, comenzaremos brindando nuestras propuestas para desayuno
y/o merienda:
·
Infusión endulzada con stevia líquida casera y bocadillo elaborado con dos
rebanadas de pan de quinoa, queso fresco, tomate y pechuga
de pavo.
·
Vaso de leche desnatada y una porción de pastel de melocotón y tomillo.
·
Zumo de naranja y 3 rebanadas de pan de molde integral con queso untable y dos cucharadas de mermelada de
pomelo rosa.
·
Batido de yogur y plátano acompañado por 4 galletas veganas de harina de espelta y arándanos.
Recordemos
que puedes escoger una opción para desayuno y otra para merienda y repetirla
cada día de la semana o bien, puedes ir alternando entre nuestras propuestas
para dar mayor variedad a estas comidas.
También es
posible cambiar algunos ingredientes por otros, como por ejemplo, los vegetales,
los lácteos o las frutas.
Es el momento de presentar las sugerencias
de almuerzo y cena para cada día de la semana, excepto el domingo,
momento en el cual dejamos a vuestro criterio la elección de los platos:
·
Lunes: para el almuerzo recomendamos una porción de arroz salvaje
con pollo y setas y para la cena, nuestra propuesta es una crema de
brócoli y guisante con leche de almendras.
·
Martes: para la comida del mediodía sugerimos un plato de caricos
estofados o alubias rojas de Cantabria, mientras que para la cena,
recomendamos una ración de salteado de
ternera marinada que podemos acompañar con una ensalada de col
lombarda y manzana.
·
Miércoles: nuestra propuesta para el almuerzo es una ración de tarta de verduras
con masa filo y para la cena, sugerimos una porción de salteado de
gambas y brócoli con salsa de ostras.
- Jueves: para la comida del mediodía recomendamos una ración de lubina
asada con hortalizas de raíz, y para la cena proponemos una calabaza
asada con col rizada o kale.
- Viernes: la sugerencia para el mediodía es una porción de arroz
cremoso con mejillones y para la noche, un revuelto
fácil de huevo y tomate.
- Sábado: para el almuerzo recomendamos una porción de fideos
encebollados con pollo al curry, y para la comida nocturna,
proponemos una ración de navajas
guisadas con salsa de pimentón y jamón.
Como hemos dicho anteriormente, se
pueden adaptar las porciones a tus necesidades y costumbres, pero
también, puedes cambiar ingredientes por otros de tu agrado o disponibles en tu
nevera al momento de cocinar.
Si deseas, puedes cambiar
preparaciones de un almuerzo para otro mediodía y hacer lo mismo con las cenas
propuestas en el menú, pues lo importante es respetar el momento del
día para el cual fueron escogidos los platos.
Recuerda que nuestra sugerencia es acompañar
todas las comidas con bebidas sin calorías, idealmente con agua, y
comer siempre sentado a la mesa, en un ambiente relajado y agradable.
Consejos para completar el menú ligero del mes
Además
de brindar nuestro menú, siempre os dejamos unos consejos para que comer más sano sea una tarea
fácil y exitosa. Hoy, nuestra foco se está puesto en la alimentación
emocional que
puede llevarnos a comer sin hambre.
Como
hemos dicho, hay un vínculo completo entre alimentación y emociones,
lo cual puede empujarnos a comer cuando estamos angustiados, tristes, enojados
o estresados, pero nosotros, debemos evitar comer sin hambre,
es decir, debemos controlar las ingestas emocionales.
Dado
que cuando comemos para calmar emociones no podemos controlar la cantidad ni la
calidad exitosamente, siempre es recomendable detenerse antes de comenzar a comer o de iniciar la búsqueda de alimentos,
para analizar la verdadera razón de nuestros deseos de comer.
Si hace
poco tiempo hemos comido o si hemos realizado una comida abundante hace menos
de tres horas atrás, es probable que no tengamos hambre, entonces, analizaremos
si estamos aburridos, ansiosos, cansados o enojados. Si descubrimos que son
nuestras emociones las responsables de nuestros deseos de comer, nos alejaremos
de la comida e intentaremos relajarnos, descansar, calmarnos o desestresarnos
antes de comenzar a ingerir alimentos.
Si por
el contrario, ya hemos pasado muchas horas sin comer o hemos comido muy poco
hace unas tres horas atrás, es muy probable que sí experimentemos hambre y es
momento de sentarse a la mesa, a disfrutar de un bocado saludable y sabroso.
Intenta analizar
el motivo que te lleva a comer y alejarte de las emociones negativas
al momento de ingerir alimentos, pues comer sin hambre puede llevarte por mal
camino y no ayudarte a comer sano.
Publicado por:
http://www.directoalpaladar.com/
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