El café cuya planta es originaria de Etiopía
aunque su cultivo y uso como bebida parece que viene de Yemen, llegó a Europa a
la República de Venecia en 1615, luego a Alemania( Bach compuso su pieza
musical Cantata del café), a Francia Viena y Londres y luego a América del Sur
y Africa hacia mediados del siglo diecinueve, consagrando dos especies
fundamentales: arábica, más fino, aromático y bajo en cafeína, y robusta, café
africano, fuerte, sabroso y con más cafeína.
Después del agua y el té, es la
bebida que más se bebe en el mundo y está totalmente integrado en nuestra
cultura, y la reciente aparición de muchos estudios científicos tratan de
aclarar más sobre el café.
El café es antioxidante
Porque tiene sustancias bioactivas para la salud como
los ácidos fenólicos (caféico, químico) que ayudan a luchar contra los
radicales libres y a hacer frente al estrés oxidativo de las células.
Se ha demostrado que los polifenoles antioxidantes protegen frente a las
enfermedades cardiovasculares y la diabetes 2.
Reduce la aparición la aparición de diabetes 2, como avalan numerosos estudios epidemiológicos, debido a sus
compuestos clorogénicos que originan nuevos cuerpos como las quinolactonas.
Protege según refieren estudios
del National Cáncer Institute, de Estados Unidos contra el cáncer de hígado
consecuencia de la hepatitis C, siempre que su consumo no pase de tres tazas
diarias. Es estimulante y tiene cierto poder diurético y laxante y reduce la
sensación de fatiga. Favorece algunas capacidades cognitivas, como la de concentración.
Es un bebida muy poco calórica. Cuando se toma café durante el día de forma
moderada no produce insomnio pero si se hace antes de ir a la cama puede haber
problemas, aunque en éste aspecto, no somos todos iguales y algunos toman café
y duermen como lirones.
Los estudios dicen que cuando se toma café, hay un ligerísimo
aumento de la tensión arterial, menor incluso que algunas actividades diarias
normales. Puede provocar molestias
gástricas a personas sensibles y debe evitarse si hubiera reflujo gastroesofágico. Dosis altas no son recomendables ni en café, ni en vino, ni en
chocolate, ni en carne, etc. En el caso del café, depende del tipo, del modo de
prepararlo, del hábito a tomarlo y de la sensibilidad personal de cada uno. Dos-tres
cafés diarios es aceptable, hasta 300 mg. de cafeína, tomar más
puede provocar nerviosismo, taquicardia, insomnio e incluso problemas
digestivos. La dosis de café es personal y el límite parece claro.
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