Cuando eres un/a jovencito/a en
buena forma física, llegar a los 30 puede parecerte lejos. Te encuentras bien,
te gusta tu cuerpo (a quien más y a quien menos), y puedes comer prácticamente
de todo, que lo quemas a los pocos segundos.
Entrenar demasiado duro
Pero una vez que llegas a los 30,
todos esos “vicios” que antes no los considerabas como tales, puede afectar a tu vida y cada vez de manera más importante. Es el momento de hacer
algunos cambios ahora para mantener tus músculos a tono, tu corazón en buen
estado. En resumen, cambia ahora, que
luego puede ser demasiado tarde.
Veamos qué hacías antes que es mejor
que lo reconsideres si rondas ya los 30:
Echarte una pachanga los fines de
semana está muy bien, siempre que no te estés pasando el resto de los días. A
medida que envejecemos, si no hacemos nada para remediarlo, comenzamos
a alejarnos de la magnífica forma en la que nos encontramos tiempo atrás. Entonces es cuando nos entra la nuera y queremos recuperar el
tiempo perdido machacándonos sin piedad. Pues ojo, si nos pasamos de intensidad
podemos poner en riesgo nuestra la salud y la de nuestro corazón. La mayoría de
la gente no sabe con exactitud su estado de forma física y se ponen a entrenar o por debajo de
sus posibilidades o muy por encima.
Cámbialo: Si no sabes muy bien tu estado de
forma puedes realizar un test de fitness para hallar tus zonas óptimas de
entrenamiento. Ese es el mejor comienzo para que los 30 no los notes ni de
cerca.
http://www.consejosfitness.com/
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