Debemos tener en cuenta las incompatibilidades
alimenticias. A medida que nos hacemos mayores, muchas
personas con problemas digestivos notan mejoría cuando en su dieta
obvian determinadas combinaciones de alimentos, esto lo podemos hacer
fácilmente cambiando algunos hábitos que tenemos y su sustitución por otros más
sanos. Pero la cuestión es, ¿debemos hacer todos lo mismo? y ¿realmente existen las
incompatibilidades alimenticias?
Los alimentos desde muy antiguo se han mezclado y
siguen mezclándose. Hay algunas normas sobre combinaciones alimentarias que en
algunos casos tienen razón de ser, y en otros menos.
Los profesionales de diferentes ramas tampoco se
ponen de acuerdo sobre este tema y hay mucha literatura que a veces en las dos
opciones, es cierta.
Dicen, “No
alimenta lo que comemos, sino lo que digerimos”, porque las
digestiones lentas, o pesadas alteran los nutrientes que tomamos.
Los estudios sobre incompatibilidades alimenticias dicen que la digestión se
puede mejorar haciendo las combinaciones correctas de alimentos.
Hoy en día nos preocupan las calorías, la
composición y calidad de los alimentos, y en menor medida la compatibilidad de
los alimentos. ¿Pero que nos importa más?, las calorías, y una dieta que tenga
en cuenta lo que nos engorda o adelgaza, o los nutrientes que contienen, y la
compatibilidad de los alimentos que comemos.
No necesitamos conocer y utilizar las tablas que al
respecto existen, a pesar de que tienen su valor y pueden ayudarnos, podemos
usar la sencillez y mesura que la naturaleza nos ofrece y llevarla a nuestra mesa, así una
comida natural, con pocos elementos y poca cantidad, es más digerible que otra
muy abundante y compleja.
Cada tipo de alimento provoca en nuestro cuerpo
unas secreciones de ciertas enzimas digestivas.
La Digestión
La digestión de los alimentos también depende también de nuestro
entorno cultural donde vivimos. Así, por ejemplo, los chinos tienen intolerancia a
la leche o muchos países de África no la toman. Por eso hay emigrantes que
tienen problemas de estómago porque a esta intolerancia que tienen hacia ella y
sus derivados, hay muchos productos de nuestro consumo habitual que los
contienen y los toman en su dieta.
Todo
lo que comemos afecta nuestra flora intestinal, la cual facilita nuestra digestión. También se ha comprobado que quienes han
sido vegetarianos durante periodos de su vida tienen más probabilidades de que
aparezcan algunas incompatibilidades o intolerancias a la carne o el pescado, que puede llegar a
producirles algunas molestias intestinales.
Nuestro
cuerpo se ha adaptado al territorio donde vivimos, así, en las zonas más frías
de la tierra, donde casi no comen vegetales, su alimentación es casi
exclusivamente de origen animal, mientas que los que habitan en las zonas
cálidas del trópico, comen casi solo frutas, verduras ycereales,
y comen muy pocos alimentos de origen animal.
Tampoco
todos tenemos la misma regularidad y fortaleza digestiva. Nosotros somos los
primeros que debemos cuidarnos, y eso lo hacemos escuchando y sabiendo entender
nuestro cuerpo. Si nuestro estómago, o intestinos hacen ruido, se hinchan, hemos
de reaccionar cambiando nuestros hábitos alimenticios. Si no
tenemos molestias, esto nos dice que seguramente vamos por el buen camino.
Nuestro sistema digestivo está más preparado para tomar comidas
naturales, variando los alimentos de las diferentes comidas
diarias. La naturaleza nos enseña que no siempre hay de todo. Los
alimentos crecen en diferentes estaciones y en esos periodos es cuando tenemos
que consumirlos, porque nos aportan más energía y valor nutricional es mayor,
con lo que nuestro cuerpo se beneficia de ello.
Algunas mezclas de algunos alimentos pueden afectar
la digestión causándonos, fermentaciones, malas digestiones, flatulencias,
acidez y hasta alguna intoxicación, estos síntomas deben ponernos en alerta y
controlar que alimentos comemos y cuales mezclamos para corregirlo.
Incompatibilidades
y compatibilidades alimenticias
Si bien, estos mismos alimentos, tomados solos o
combinados con otros, son buenos para una buena alimentación. Por eso es bueno
conocer algunas de las compatibilidades básicas entre los alimentos que comemos
habitualmente.
Si comemos muy rápido, mucha cantidad y ensalivando
poco, es más fácil que alguna combinación alimenticia nos sea más difícil de
digerir. La solución es masticar más y comer menos cantidad.
Siempre
tenemos que comer un número mínimo de alimentos diferentes en cada comida y
masticarlos mucho. Esto
facilitará la digestión de sus componentes.
Las compatibilidades también se han de tener en
cuenta según la cantidad que tomamos de dos alimentos determinados. Una pequeña
cantidad de dos alimentos incompatibles puede que no nos afecte y no nos
dificulte la digestión.
Es importante no engañarnos. Lo mejor es evitar
todo aquello que lleve algo de lo que no debemos comer, y buscar opciones
y posibilidades. No vale echarlo todo al puchero y después sacarlo para no
comerlo, con eso solo nos engañamos.
Hay personas que nunca les ha sentado mal a pesar
de comer de todo, en cantidad y mezclado. Estas personas tienen una naturaleza
muy fuerte y, un aparato digestivo también fuerte; pero los diferentes órganos
se resienten aunque no lo noten, el deterioro se acumula paulatinamente,
hasta que surge la enfermedad.
Poner
orden en las comidas ayuda a poner orden en el sistema digestivo y consolida la
salud a mediano y largo plazo. Es muy importante no fijarnos sólo en lo que no
debemos comer, sino buscar alternativas. Podemos hacer
una lista con las posibilidades que sí nos sientan bien y la ayuda de un
profesional nutricionista que
nos guiará correctamente.
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