La sudoración es un proceso normal por medio del cual eliminamos toxinas a través de la piel. El sudor también tiene otras funciones como la de controlar nuestra temperatura corporal, ayudándonos a refrescarnos cuando nos encontramos en un clima cálido o haciendo actividad física, sin embargo, cuando el sudor es excesivo se considera anormal y se conoce como hiperhidrosis.
¿Por qué ocurre?
La hiperhidrosis se puede clasificar en dos tipos,
la primaria y la secundaria.
Hiperhidrosis
primaria: Sus
causas se relacionan con problemas emocionales como la ira, la depresión, entre
otros.
Hiperhidrosis
secundaria: Ocurre
como síntoma de alguna enfermedad o condición, como lesiones en la médula
espinal, y diabetes.
Existen varios mótivos a los que la sudoración excesiva puede estar ligada, entre
las más comunes podemos encontrar:
o Alteraciones Hormonales
o Diabetes
o Ansiedad
o Obesidad
o Problemas tiroideos
o Embarazo
o Problemas en la médula espinal
o Depresión
o Enfermedad cardiaca o pulmonar
o Lesiones cerebrales
o Menopausia
¿Cómo reconocer la sudoración
excesiva?
A menudo se presenta en
las palmas de las manos y las plantas de los pies, axilas y rostro, aunque
puede afectar otras zonas. Además se acompaña de otros síntomas, como la
descamación de la piel, el agrietamiento, el mal olor sobre todo en pies,
pérdida de coloración en las áreas problemáticas, y descamación de la piel.
A veces el sudor puede empapar nuestra ropa, y se
puede presentar en otras áreas del cuerpo como la espalda y cuello. La
sudoración excesiva es reconocible cuando no responde
a una condición en específico, es decir, cuando existe sin que se justifique su
presencia, como casos de extremo calor o ejercicio.
Remedios Naturales para
combatir la sudoración excesiva
Evisten varios tratamientos para la hiperhidrosis, desde medicamentos hasta
procedimientos como cirugias, sin embargo, es importante saber que también las
opciones naturales nos pueden sernos útiles.
Té de Salvia: Tratar los problemas de sudoración excesiva, no
siempre requiere de un tratamiento externo, a ves el consumo de ciertos
nutrimentos puede sernos eficaz, éste es el caso del té de Salvia, cuyo
magnesio y vitaminas del complejo B pueden ayudarnos a controlar la sudoración
desde adentro. Se recomienda consumir diariamente, aunque otra alternativa
recomendable para este fin, es también el té verde.
Hamamelis: Se trata de una planta con propiedades astringentes ideales para tratar
la sudoración, es por ello que muchas veces se emplea como ingrediente en
distintos antitranspirantes. Para aprovecharla se puede mojar un algodón en
agua de hamamelis y aplicar en las zonas problemáticas,
incluyendo áxilas, manos, pies, o cuello, después del baño o después de haber
lavado estas zonas del cuerpo. Si no contamos con el agua de hamamelis, todavía
podemos aprovechar sus beneficios preparando un té de la corteza u hojas, y
utilizándolo de la misma forma una vez que se enfríe.
Bicarbonato de Sodio: Uno de los remedios más populares para la sudoración, es el bicarbonato
de sodio, se puede utilizar diluido en poca agua, sólo lo suficiente para
formar una pasta, y poder aplicar en las zonas a tratar. Deja reposar la mezcla
por 30 minutos y después enjuaga con poca agua. Repetir diariamente después del
baño.
Vinagre de Manzana: El consumo diario de vinagre de manzana puede ser útil para mejorar la
hiperhidrosis, se aconseja consumir tres cucharaditas diarias, una cucharadita
diluída en medio vaso de agua 1 hora antes de cada una de las comidas
principales.
Patatas: Aplicar rodajas de patata en las zonas que quieres tratar es un remedio
sencillo, la patata debe estar cruda, y debes dejar actuar por al menos 15
minutos y hasta media hora, luego retira y deja secar, y limpiar con un paño
seco.
Té para sudor de pies y manos: El ácido tánico en el té tiene propiedades
astringentes, y se pueden aprovechar para combatir la sudoración. Hierve un
litro y medio de agua, y coloca varias bolsitas de té en el agua, una vez que
se enfríe, vacía el contenido a un recipiente lo suficientemente grande para
sumergir las plantas de tus pies o las palmas de tus manos, deja actuar por 15
minutos, y seca. Puedes empezar por las manos y luego por los pies, si sufres
sudor excesiva en ambas áres. También puedes utilizar las bolsitas húmedas de
té para tratar zonas como las axilas, procurando que ya se hayan enfriado.
Almidón de maiz: Un remedio útil para varias zonas del cuerpo, incluyendo axilas y
cuello, consiste en utilizar una mezcla de almidón de maíz y bicarbonato de
sodio. Mezcla 10 cucharadas de almidón de maíz con 3 cucharadas de bicarbonato de sodio en una botella o frasco. Después, seca
el área con una toalla limpia, y con tu mano, aplica una capa de polvo, que se
deja secar y se limpian los excesos con la toalla. Vuelve a aplicar la mezcla
para evitar que se formen grumos. El almidón de maíz es muy absorbente y suele
prevenir la sudoración excesiva.
Publicado
por: http://saludnatural.biomanantial.com/
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